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Para resolver dudas y/o tomar terapia asistida con expertos en Hongos Adaptogenos
La ansiedad no solo es mental, también es química y emocional. Por eso, para tratarla profundamente es clave actuar en tres niveles: cerebro, emociones y sistema nervioso.
Cuando combinamos estos tres aliados naturales, logramos un enfoque completo:
Este hongo medicinal promueve la neurogénesis, es decir, la creación de nuevas conexiones neuronales.
Ayuda a reparar el daño causado por el estrés crónico y la ansiedad prolongada, que tienden a "encoger" ciertas áreas del cerebro relacionadas con la calma y la toma de decisiones.
Mejora la memoria, la concentración y aporta claridad mental, reduciendo la sensación de "mente nublada" típica de la ansiedad.
Este extracto natural trabaja a nivel profundo del subconsciente, ayudando a desbloquear patrones de miedo y pensamientos repetitivos que alimentan la ansiedad.
Facilita una nueva perspectiva emocional, reduciendo la sobrerreacción ante situaciones de estrés y aumentando la capacidad de autoobservación y calma interior.
Activa la neuroplasticidad, lo que significa que tu cerebro puede crear nuevas rutas mentales más saludables, reemplazando los bucles ansiosos por respuestas más equilibradas.
Este aceite tiene un efecto ansiolítico y antiinflamatorio, ayudando a relajar el sistema nervioso y calmar el cuerpo.
Disminuye la hiperactivación nerviosa que provoca insomnio, palpitaciones y tensión muscular.
Favorece un estado de bienestar profundo y descanso reparador, creando la base para que la mente pueda sanar.
Cuando estos tres elementos se usan juntos, trabajan en sinergia:
El aceite calma el cuerpo y reduce el estrés inmediato.
Las microdosis reprograman creencias limitantes desde la raíz.
La Melena de León fortalece el cerebro y consolida los cambios positivos.
Esto no solo reduce los síntomas de ansiedad, sino que transforma la manera en la que tu mente y tu cuerpo responden al mundo, creando paz interior y resiliencia.